Para poder gestionar correctamente un perfil de Twitter o una página de Facebook de una empresa, institución o entidad es necesario tener en cuenta algunos criterios básicos como:
— Tener un Plan de Social Media establecido.
— Diversificar los mensajes: Variar y combinar el envío de contenidos puramente corporativos, las interacciones con los usuarios y los contenidos del sector (noticias, enlaces, contenidos propios…)
— No trabajar exclusivamente con sistemas automatizados: Aplicaciones externas como Hootsuite o TweetDeck permiten programar mensajes para que se publiquen automáticamente a cualquier hora. Éstas son ideales para publicar contenido a deshoras, pero hay que evitar trabajar sólo de esta manera, ya que la comunicación personal, la interacción y la participación en las redes sociales determina el éxito de esta acción de comunicación.
— Seguir a los usuarios progresivamente y con criterio. Una cuenta que sigue a muchos usuarios y que es seguida por poco se ve como spam. Mientras que una cuenta con muchos seguidores y que sigue a pocos, indica que dicha entidad no tiene muchas ganas de conversación. Yo recomiendo seguir progresivamente a los usuarios clave para el sector (aportaran contenidos que te interesarán para interactuar y para ofrecerlos a tu público). De esta forma se consigue incrementar progresivamente también los seguidores.
— Evitar el spam. No agobiar a los seguidores con mensajes autopromocionales. Intentar que éstos sean menos de un 20% del total, aproximadamente.
— Monitorizar las cifras, analizar la repercusión y seguir el éxito.
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